2- ESTRÉS BUENO Y MALO «distrés y eustrés»

Estrés Bueno y Malo, como diferenciarlos

El Distrés y el Eustrés, como diferenciarlos.

Antes de empezar a describir qué son el Eustrés y el Distrés así como sus síntomas. Te voy a hablar antes un poco del estrés, para que así puedas entender de manera más fácil, qué son el distrés y el eustrés, y porque se les llama, estrés «bueno» y estrés «malo».

¿Qué es el estrés?

Etimológicamente, la palabra estrés tiene su origen en el término inglés “stress” qué significa “tensión” o “presión”, este término fue acuñado por el médico Hans Selye(1).

Para Selye, el estrés era un concepto que servía para resumir una reacción natural y necesaria que pone en marcha una serie de respuestas orgánicas y fisiológicas, destinadas a protegernos de las presiones tanto físicas, emocionales o, en situaciones extremas, del peligro.

La importancia del estrés.

De manera resumida, podemos decir que el estrés es la reacción de nuestro cuerpo ante un desafío o demanda. Debemos tener claro que el estrés no se puede evitar, ya que es necesario para poder llevar a cabo muchas actividades a lo largo de nuestro día a día.

Como por ejemplo, no llegar tarde al trabajo, cumplir con una fecha límite o iniciar una competición. Además, tiene un papel fundamental para la supervivencia.

¿Te imaginas que tu cuerpo no se alarme al escuchar el claxon de un coche, mientras estás cruzando la carretera despistado?

En esta situación el estrés te hará reaccionar rápidamente consiguiendo que te movilices hacia un lugar seguro.

Por lo contrario, seguirás caminando ajeno a esa alarma y tendrás muchas posibilidades de morir atropellado o como mínimo de romperte algunos huesos.

Este tipo de estrés que acabo de exponer, es al que se denomina estrés positivo.

Es causado por episodios breves, en ocasiones nos aportan algún beneficio, como no llegar tarde a una reunión importante o morir atropellados. Pero cuando el estrés se mantiene en el tiempo, este puede dañar tu salud, bienestar personal, laboral y social.

¿Cómo sería estar todo el día en alerta pensando que nos va a atropellar un coche?, posiblemente sea agotador e insostenible, ¿Verdad?.

Si te has sentido identificado y crees que estás todo el día con la sensación de que algo malo va a pasar, ya sea a ti o a un ser querido, es el momento de pedir ayuda a un profesional de la salud.

¿Qué es el Eustrés y el Distrés?

Ahora ya podemos entrar a explicar qué es el Eustrés y el Distrés, dos tipos de estrés que fueron abordados por primera vez por Selye en 1930(1). Tal como él los definió el Eustrés es el “estrés positivo” y el Distrés el “estrés negativo”.

Eustrés: 

Tipo de estrés «bueno» o positivo que nos ilusiona, nos estimula y nos impulsa a avanzar y a mejorar ante determinadas situaciones de la vida.

Durante este tipo de estrés, las hormonas protagonistas son la adrenalina y el cortisol, segregadas a través de las glándulas suprarrenales, localizadas encima de los riñones. Estas hormonas nos permiten estar preparados para la lucha o la huida, es decir, estaremos preparados para la acción.

Durante las situaciones que son vividas con ilusión y alegría, también segregamos otra hormona llamada oxitocina. Esta otra hormona que es segregada en situaciones placenteras. Provoca en las personas una mayor confianza, además, nos calma y relaja, permitiendo así hacer frente a situaciones que aunque, sean difíciles y complejas, puedan ser vivirlas como por ejemplo cómo un reto u oportunidad de aprender.

Ejemplos de situaciones cotidianas relacionadas con el eustrés:

  • Enamorarse
  • Embarazo
  • Nacimiento de un hijo
  • Comenzar o finalizar una carrera u otros estudios.
  • Hablar o actuar en público
  • Presentarse a un examen
  • Etc.

En resumen, dependiendo de cómo la persona viva o perciba las situaciones de la vida diaria. Provocará cambios en su organismo, que le ayudarán a enfrentarse a ellas. Tenemos que ser conscientes que parte de esta reacción, en muchas ocasiones estará condicionada no solo por las experiencias previas que la persona haya vivido, también por su personalidad. Por ejemplo, una persona que tenga qué hablar en público por primera vez y además sea muy tímida, no vivirá la situación igual que otra que ya tenga mucha experiencia en dar charlas y además sea muy extrovertida.

Distrés: 

Tipo de estrés malo o “negativo”. En ese caso, el distrés aparece cuando una situación es percibida como negativa, cuesta mucho manejarla y nos supera. En ocasiones, nos podemos sentir desbordados y no hallar los recursos suficientes para enfrentarnos a ellas.

Ante este tipo de situaciones, la persona está en constante lucha debido a los esfuerzos excesivos, tanto corporales como psíquicos.

En estos casos, la hormona protagonista es el cortisol. El estrés dispara la liberación de cortisol y activa los receptores “glucocorticoides”, que se encuentra mayormente en las áreas del cerebro: hipocampo, amígdala y corteza prefrontal.

Cuando pasamos ansiedad o estrés, el cerebro envía una señal a las glándulas adrenales para que liberen la hormona cortisol. Pero si permanecen por tiempo prolongado, estos valores elevados durante largos periodos de tiempo, acabará provocando serios daños en nuestro organismo.

La importancia de la oxitocina.

No quiero decir con esto que esta hormona sea mala, ya que es esencial para una buena calidad de vida. Por ejemplo, nos ayuda durante el día a mantenernos despiertos y activos, y se reduce durante la noche para facilitar el descanso.

Pero cuando los niveles no se reducen, provoca en nuestro organismo una inflamación, la cual va debilitando nuestro sistema inmunológico, dejándonos vulnerables frente a determinados virus o alteraciones. Afectando también, como he comentado, a todos los sistemas de nuestro organismo indispensables para nuestra supervivencia.

Son muchas las situaciones que una persona pueda percibir como negativas, en especial, aquellas que se alargan en el tiempo, y son vividas como algo que hay que aguantar y resistir.

Podemos englobar también todas aquellas situaciones externas a la persona, hechos negativos como puede ser la dolencia de un familiar, acoso en el trabajo, etc.

Aunque hay otras situaciones en las cuales el distrés no tiene motivos aparentes, sin embargo la persona vive su día a día como una amenaza constante.

Por ejemplo, las personas que padecen de TAG (Trastorno de Ansiedad Generalizada) suelen padecer distrés, ya que viven en constante alerta de que algo malo les pasará a ellos o a algún ser querido.

Como vemos, el distrés es muy perjudicial para nuestro bienestar en general.

Por lo que debemos conocer muy bien sus síntomas y causas para promover entre todos los trastornos y dificultades que nos pueden acarrear a nuestra salud en general.

A continuación te voy a describir los principales síntomas del distrés psicológico, para que los conozcas y puedas identificarlos.

Síntomas del distrés psicológico:

  • Físicos: Palpitaciones, sensación de ahogo, hiperventilación, malestares digestivos, tensión y/o dolor muscular, fatiga, dolor de cabeza, disminución del deseo sexual.
  • Emocionales: Preocupación, desesperanza, irritación, agresividad, frustración, inseguridad, etc.
  • Conductuales: Desinterés por la apariencia, por la salud, por el sexo, cambios en la alimentación, en el sueño, mayor consumo de sustancias (alcohol, drogas, tabaco), etc.
  • Psíquicos: Incapacidad de finalizar una tarea antes de comenzar otra, dificultad para pensar con claridad, concentrarse y/o tomar decisiones, fallos en la memoria, etc.

Te recuerdo que la prevención es la mejor opción.

Por este motivo te invito a leer nuestro post sobre los hábitos saludables y la salud mental, te adjunto el link más abajo.

LINK: ARTÍCULO HÁBITOS SALUDABLES

Recuerda…

Acude siempre a un profesional ante la aparición de los primeros síntomas de distrés. Él te ayudará facilitándote las mejores herramientas para poder superar su situación de la manera más eficaz para que recuperes tu bienestar.

Espero que hayas disfrutado con la lectura de este post, y que te ayude a diferenciar e identificar estos dos conceptos.

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¿Conocías o habías oído hablar del Eustrés o Distrés? Déjame un comentario.

Gracias y un abrazo.

Bibliografia:

  • Selye H. The general adaptation syndrome and the diseases of adaptation. Journal of Clinical Endocrinology. 1946; 6: p. 177 – 231.

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Autora: Alicia Puig del Castillo

Psicóloga General Sanitaria /Nº de colegiada: 28926

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