4- ¿Qué es el SIBO? Tratamiento y Síntomas.

¿Qué es el SIBO?

MICROBIOTA INTESTINAL

El término SIBO, proveniente de las siglas en inglés de «Small Intestinal Bacterial Overgrowth» (Sobrecrecimiento Bacteriano en el Intestino Delgado), describe una condición en la que la cantidad y/o tipo de bacterias en el intestino delgado se ve alterada.En condiciones normales, el intestino delgado alberga una pequeña cantidad de bacterias, pero en el SIBO, esta cantidad se incrementa.

Este aumento de bacterias en el intestino delgado genera un problema, ya que estas bacterias tienen acceso a alimentos no digeridos y no absorbidos, provocando fermentación y la producción de gases responsables de síntomas como distensión abdominal, hinchazón, dolor, flatulencia, eructos, y otros como diarrea, estreñimiento y reflujo.

Es crucial abordar esta condición para restaurar el equilibrio intestinal y aliviar los síntomas asociados.

TIPOS DE SIBO

Las bacterias y otros microorganismos que se acumulan en el SIBO producen gases, y según el gas predominante, podemos identificar tres tipos distintos de SIBO:

  1. SIBO-H2 (Hidrógeno): Caracterizado por el sobrecrecimiento de bacterias que producen hidrógeno.
  2. IMO (Intestinal Methanogen Overgrowth): Relativo al sobrecrecimiento de metanógenos en el intestino. Este término se prefiere actualmente para evitar la referencia exclusiva a bacterias, ya que las arqueas también están involucradas.
  3. SIBO-H2S (Sulfuro de Hidrógeno): Se refiere al sobrecrecimiento de bacterias que producen sulfuro de hidrógeno.

Estos subtipos no son excluyentes entre sí, y una persona puede experimentar uno o varios de ellos simultáneamente. La distinción entre estos tipos es esencial para un manejo preciso y efectivo del SIBO.

Es importante no confundir el SIBO del SIFO:

El SIBO (Sobrecrecimiento Bacteriano en el Intestino Delgado) implica un aumento de bacterias, mientras que el SIFO (Sobrecrecimiento de Hongos en el Intestino Delgado) se refiere a un incremento excesivo de hongos en la misma región, siendo importante distinguir entre ambos para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Síntomas intestinales del SIBO

  • Distensión abdominal
  • Flatulencias
  • Eructos
  • Aumento de ruidos intestinales
  • Diarrea, estreñimiento o alternancia entre ambos
  • Dolor abdominal
  • Digestiones lentas
  • Otros síntomas como ardor, reflujo, aftas en la boca, lengua saburral y halitosis.

Es importante destacar que no todos estos síntomas necesariamente aparecen en una misma persona, y la intensidad puede variar desde leves hasta incapacitantes. También es común experimentar períodos de mejoría y empeoramiento en esta condición.

Otros síntomas del SIBO

Además de los síntomas digestivos del SIBO, también pueden surgir síntomas fuera del ámbito digestivo que muchos pacientes asocian claramente con el empeoramiento de los síntomas intestinales. Estos incluyen:

  • Síntomas cutáneos: Picores, eccemas, pérdida de pelo.
  • Síntomas osteomusculares: Dolores articulares y musculares.
  • Síntomas neurológicos: Fatiga, insomnio, dificultad para la concentración, niebla mental, hormigueos en las extremidades.
  • Síntomas psicológicos: Ansiedad, cambios de humor, depresión.
  • Síntomas urológicos: Molestias al orinar, síntomas similares a las cistitis, dolor en el suelo pélvico.
  • Alteraciones hormonales: Irregularidades menstruales, baja libido, impotencia.

En casos más severos, pueden surgir déficits nutricionales, especialmente por la disminución en la absorción de hierro y algunas vitaminas del grupo B (B12 y ácido fólico). 

SIBO Y ANSIEDAD

La presencia de bacterias en exceso en el intestino delgado no solo genera síntomas físicos, sino que también impacta en la comunicación bidireccional entre el sistema nervioso entérico y el sistema nervioso central. Esta conexión, conocida como el eje intestino-cerebro, puede contribuir al desarrollo o exacerbación de la ansiedad. La inflamación resultante y la respuesta inmune alterada asociadas con el SIBO también pueden influir en la salud mental.

Abordar este desequilibrio no solo busca aliviar los síntomas gastrointestinales, sino también mejorar la salud emocional de la persona que sufre.

TRATAMIENTO DEL SIBO Y EL USO DE PROBIÓTICOS Y PREBIÓTICOS

El tratamiento actual del SIBO involucra la prescripción de antibióticos específicos que deben ser administrados bajo la supervisión de un médico para reducir la carga bacteriana en el intestino delgado (consultar a un profesional de la salud para determinar el enfoque terapéutico más adecuado).

En el contexto del SIBO, ciertas cepas probióticas y prebióticos han mostrado beneficios respaldados por evidencia científica:

  1. Bacillus coagulans: Puede ayudar a equilibrar la microbiota intestinal y reducir la carga bacteriana en el intestino delgado.
  2. Lactobacillus/Bifidobacterium: Bifidobacterium longum, Bifidobacterium lactis, Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus rhamnosus,Streptococcus thermophilusetc.
  3. Saccharomyces boulardii: Se ha asociado con mejoras en la salud gastrointestinal y puede ser útil en el manejo del SIBO.

Prebióticos:

  1. Fibra soluble: Alimentos ricos en fibra soluble, como la inulina y los fructooligosacáridos (FOS), pueden actuar como prebióticos, fomentando el crecimiento de bacterias beneficiosas en el colon y mejorando la salud intestinal.

Es crucial destacar que la elección de probióticos y prebióticos debe adaptarse a las necesidades individuales y ser guiada por un profesional de la salud, ya que la respuesta puede variar según cada persona y la naturaleza específica de su SIBO.

SIBO Y ALIMENTACIÓN

Adoptar una alimentación específica puede ayudar a reducir los síntomas. Se recomienda una dieta baja en FODMAPs (fermentables, oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles) para limitar los carbohidratos fermentables que alimentan el sobrecrecimiento bacteriano. Además, es beneficioso incluir alimentos fácilmente digeribles, como caldos y proteínas magras, mientras se limita el consumo de azúcares y carbohidratos refinados.

 

Personalizar la dieta con la orientación de un profesional de la salud es esencial para abordar las necesidades individuales en el manejo del SIBO.

Como psicóloga sanitaria especializada en temas de alimentación y salud mental, estoy aquí para apoyarte y guiarte en tu proceso de mejora. Podemos trabajar juntos para superar desafíos emocionales y establecer hábitos más saludables. Te invito a contactar conmigo para empezar este viaje hacia tu bienestar. 

¡No estás solo/a, estoy aquí para acompañarte en cada paso!

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Un abrazo.

Autora: Alicia Puig del Castillo

Psicóloga General Sanitaria /Nº de colegiada: 28926

 

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